Madre de Angie Jibaja reveló cuál es su mayor dolor: «La encuentro orando y llorando»

Tras convertirse en Testigo de Jehová, la mamá de Angie Jibaja se refirió al mayor dolor que atraviesa la modelo peruana.

Angie Jibaja Mamá
Instagram @angiejibajacl

Por muchos años, Angie Jibaja estuvo en el centro de la noticia por una serie de polémicas que involucraban el consumo de drogas, relaciones tóxicas, detenciones e incluso un intento de homicidio.

Es en este contexto que, hace un tiempo, la peruana decidió hacer un cambio radical en su vida, volviendo a vivir a Chile y dedicándose a la religión. Es más, en septiembre del 2024 recibió el bautizo como Testigo de Jehová.

Frente a esto, es que Maggie Liza, la madre de Angie Jibaja, dio una entrevista al programa América Hoy en marzo pasado, donde se refirió a la nueva vida de su hija y del gran dolor que todavía le pesa.

El presente de Angie Jibaja como Testigo de Jehová

«Angie se levanta y lo primero que hace es salir afuera, se sienta a leer la Biblia, a orar y agradecerle a Jehová», comenzó señalando la mujer, de acuerdo a lo consignado por Página 7.

Siguiendo por esta línea, mencionó que la rutina de Angie Jibaja se basa en la lectura, la oración y la predicación. «Ella siempre estuvo buscando dónde apoyarse, porque sentía que muchas cosas feas le habían pasado en la vida», afirmando que su participación en los estudios bíblicos han sido clave en su recuperación. «Esas cosas le llenan un vacío».

De todas formas, señaló que la modelo todavía tiene un gran dolor del que no se puede recuperar. «Ella se siente acompañada con toda esta familia (de los Testigos de Jehová), pero le falta lo más grande que son sus hijos».

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«La veo a veces mal. Entro a su pieza y la encuentro orando y llorando, por eso no te puedo decir que soy feliz, porque yo sé que está sufriendo por dentro», mencionó muy afectada.

Por último, explicó que la distancia de Angie Jibaja con sus retoños no solo es física, pues actualmente ni siquiera habla por teléfono con ellos. «Lo más triste es que no puede visitarlos ni hablar con ellos».


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