La batalla contra los incendios forestales continúa en el sur del país. Según los últimos datos entregados, ya hay al menos 18.000 hectáreas devastadas.
Esta problemática mantiene atenta a las comunidades y autoridades de la zona.
Según el último informe del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres Senapred, hay 13 incendios forestales en combate, 45 controlados y 6 bajo observación, esto era hasta este viernes 14 de febrero.
Los siniestros provocaron la alerta roja en la Región de La Araucanía. Además, se ha solicitado evacuar sectores como la comunidad Marcelino Cayulao en la comuna de Vilcún, además en la comuna de Chonchi.
Una de las preocupaciones más grandes de las autoridades es sobre el origen de estos incendios. Según las autoridades, se confirmaron 15 detenidos en los últimos días que estarían vinculados con el inicio de estos desmanes.
El pago de estos delitos, van desde multas, hasta ir a la cárcel.
Un informe que soltó Fiscalía de Chile reveló la impunidad que se da en varios de estos casos. Apenas 3% de los acusados son condenados, esto significa que 75% de las investigaciones por incendios forestales son cerrados sin un responsable.
Además, 1.138 casos (68,2%) se dio de baja el proceso por falta de antecedentes, mientras que en 112 (6,7%) se decidió no seguir con la indagatoria inicial.
“Los incendios suceden en sitios de difícil acceso, dificultando la posibilidad de la policía de llegar, recolectar la evidencia y encontrar a los culpables”, explicó ante CHV, la subdirectora de la Unidad Especializada en Delitos Medioambientales, Marcela Toledo.
Mensaje de la Conaf
La Corporación Nacional Forestal volvió a hacer un llamado respecto a su campaña preventiva, asegurando lo siguiente. “99,7% de los incendios forestales son provocados por la acción humana”.
Por esta razón reiteraron sus consejos, desde el uso de herramientas con la debida precaución, evitando aquellas que pueden causar chispas en días de altas temperaturas.
Tampoco olvidarse de no encender fuego en épocas de sequías o calor extremo, y controlar que el viento no arrastre chispas a los árboles más cercanos.