La Brigada Investigadora de Robos (Biro) de la Policía de Investigaciones (PDI) llevó a cabo un operativo durante la madrugada del pasado domingo que culminó con la detención de dos mujeres de nacionalidad peruana en la ciudad de Chillán. Ubicada en la región de Ñuble.
Según la información proporcionada por las autoridades, ambas sospechosas utilizaban un modus operandi basado en la seducción y el engaño para llevar a cabo sus delitos.
Las mujeres, de acuerdo con los antecedentes de la investigación, se acercaban a hombres en distintas discotecas de la zona con el propósito de ganarse su confianza.
¿Cuál era el modus operandi de las mujeres?
Una vez que lograban entablar conversación y generar un ambiente de cercanía con sus víctimas, procedían a suministrarles algún tipo de sustancia en sus bebidas. Lo que les provocaba somnolencia o pérdida parcial de la conciencia.
Aprovechando el estado de indefensión de los afectados. Las mujeres les sustraían diversas pertenencias de valor, tales como billeteras, teléfonos celulares, relojes y joyas, para luego abandonar el lugar sin levantar sospechas.
Las denuncias interpuestas por varias víctimas permitieron que los detectives de la Biro realizaran una exhaustiva investigación. Que incluyó el análisis de cámaras de seguridad y testimonios de testigos.
Gracias a estos antecedentes, se logró identificar a las sospechosas y concretar su detención en un operativo efectuado en las primeras horas del domingo.
Desde la PDI indicaron que las detenidas fueron puestas a disposición del Ministerio Público, que formalizará la investigación correspondiente y determinará las medidas cautelares que se aplicarán en su contra.
Declaraciones del fiscal
El subprefecto Jaime Rubilar, jefe BIRO de Chillán, comentó, «visitaban lugares nocturnos, específicamente pubs de la ciudad céntrica de Chillán, donde seducían hombres para sacarlas del lugar, ofreciéndoles distintos tragos, en los cuales los mezclaban con algún tipo de sustancias».
«Ahí les sacaban todas sus pertenencias, sus tarjetas, con las cuales efectuaban giros de dinero o transacciones», añadió.
«Estamos hablando de por lo menos entre 3 a 5 mujeres que participan en estos hechos y víctimas entre 5 a 10 personas», concluyó.
