El pasado 29 de diciembre, una tragedia conmovió por completo a Corea del Sur, cuando un avión de la aerolínea Jeju Air, se estrelló y estalló en llamas en el Aeropuerto Internacional de Muan en Muan. Dejando un total de 179 muertos y solo dos sobrevivientes.
Una de las historias que ha dejado este fatídico accidente, es la del perrito Pudding, quien perdió a todos los miembros de su familia en el vuelo. Los cuales eran nueve.
El viaje familiar tenía como propósito celebrar el cumpleaños número 80 del abuelo. En medio de la devastación, la figura de Pudding, el perro blanco de la familia Bae, se convirtió en un símbolo de fidelidad y pérdida.
El animal quedó solo en la casa a la espera de su familia, la cual nunca llegó. Además, Puding tenía una fuerte relación con la menor de la familia. La nieta de 5 años, quien también iba en el avión.
Según informó el medio Chosun News Channel, «el perro continuaba vagando por la vivienda y la calle, ansioso por volver a ver a sus dueños».
Pese a que los vecinos intentaron cuidarlo y llevarlo con ellos, la mascota, insistía en regresar a su hogar vacío. Un acto que refleja su incapacidad para aceptar la ausencia definitiva de su familia.
Un vecino comentó a Daily Mail «Intenté llevármelo a mi casa, pero regresaba cada vez al lugar donde había compartido su vida con ellos».
Finalmente, la organización CARE intervino, preocupada por la salud del perrito. Tras observar que Pudding seguía vagando por el pueblo y la casa, lo rescataron y se comprometieron a buscarle un nuevo hogar.
Al momento de rescatar al animal, este se mostraba con grandes rasgos de ansiedad y tristeza, producto de la perdida que vivió.
Durante este fin de semana, la fundación llevó a Pudding a despedirse de su familia al memorial de los fallecidos de la tragedia área.
El accidente del vuelo 2216 de la aerolínea Jeju Air dejó tras de sí un gran sentimiento de pérdida y dolor, pero también destacó historias como la de Pudding, que simbolizan la fidelidad real de las mascotas.