El caso de unos padres de Adelaida, Australia que fingieron el cáncer de su hijo, conmocionó a la localidad entera y puso en la palestra la extrema crueldad de este tipo de fraudes.
Todo comenzó cuando la madre del niño dijo que su hijo estaba en un tratamiento por un supuesto cáncer ocular. A los días, los padres, ambos de 44 años, abren una cuenta de «Crowdfunding» para poder recaudar fondos para el tratamiento del niño.
Sin embargo, las autoridades pudieron darse cuenta inmediatamente del fraude, descubriendo que todo era una mentira, y que el niño jamás habría recibido algún tipo de tratamiento de ninguna enfermedad.
Este fraude, que implicó el uso de las redes sociales para solicitar donaciones y la manipulación física del menor para aparentar una enfermedad, provocó una rápida reacción por parte de la policía, que inició una investigación el 26 de noviembre.
Según detalla The Guardian, la pareja ahora enfrenta serias acusaciones, incluyendo dos cargos por negligencia criminal y estafa, tras descubrir que el dinero recaudado, cerca de USD 60.000, alrededor de $56.000.000, nunca se destinó a un tratamiento médico genuino.
¿Cómo fingieron el cáncer?
Según lo informado por las autoridades, el plan de la pareja para hacer creer que su hijo sufría de cáncer fue elaborado con gran detalle.
La madre, quien se desempeña como estilista en el oeste de Adelaida. Pidió a una compañera de trabajo que le ayudara a rasurarle la cabeza y las cejas al niño.
Este procedimiento formó parte de un intento por replicar los efectos secundarios habituales de la radioterapia, como la pérdida de cabello.
Luego sentaron al niño en una silla de ruedas y lo envolvieron en vendas. Con el objetivo de aparentar que estaba siendo sometido a tratamientos médicos especializados.
Como la radioterapia estereotáxica, una técnica avanzada y precisa, empleada para tratar ciertos tipos de cáncer.
La respuesta de las autoridades: Un acto de crueldad inaceptable
Las autoridades locales, al mando del policía adjunto John DeCandia, manifestaron su disgusto ante el engaño.
DeCandia sentenció el acto de los padres como “uno de los más perversos y despiadados que se puedan concebir”. Este tipo de estafa, perjudicó tanto a quienes fueron engañados como a las familias que están enfrentando verdaderas batallas contra enfermedades como el cáncer.