¡Gigante de plata! Yasmani Acosta gana medalla para Chile en los Juegos Olímpicos París 2024

Hace tan solo unos minutos, Yasmani Acosta se llevó medalla en lucha grecorromana, convirtiéndose en la segunda de estos Juegos Olímpicos.

Yasmani Acosta Paris 2024
Getty Images

La tarde de este martes 6 de agosto se vivió una jornada histórica, luego de que Yasmani Acosta, representante de Chile en la lucha grecorromana se llevara medalla de plata, la segunda para nuestro país en los Juegos Olímpicos París 2024.

Hay que recordar que este lunes, el deportista de origen cubano se aseguró con la plata, al vencer a su contrincante de China en la categoría de 130 kilos. Y hace minutos se enfrentó a Mijaín López, competidor de Cuba y ganador de las últimas cuatro medallas de oro. Y a pesar de que no pudo vencerlo, se convirtió en la primera vez que nuestro país gana una medalla en esta categoría.

A un día de la esperada final con su, Yasmani conversó son Radio ADN sobre la cercana amistad con su rival. «Es el mejor luchador del mundo. Mi atleta favorito, lo admiro mucho. Es mi amigo y mi rival, pero en el colchón vamos a darlo todo, a sacar chispas».

La pelea entre Yasmani Acosta y López tiene una historia especial, ya que ambos vienen de Cuba y el segundo fue su mentor, con quien formó una gran amistad. Pero tras ver que no tenía oportunidad para competir en su país, decidió venir a Chile.

La historia de esfuerzo de Yasmani Acosta

De acuerdo a un reportaje de Qué Pasa en 2016 consignado por La Cuarta, el deportista de lucha grecorromana llegó el 2015 y pasó por varios momentos complicados. «Estaba en una cama demasiado pequeña para él, mirando el techo de una de las pocas habitaciones que a esa hora estaban desocupadas del motel Marín 014. Estaba aterrado. Esperaba los perros y los helicópteros, pero si eso no pasaba esperaba que Chile, el país donde a partir del día siguiente sería un ilegal, lo nacionalizara para tener a su primer campeón».

Es más, el propio Yasmani Acosta señaló en conversación con Emol que «cuando llega el momento de tomar la decisión, fue duro, porque yo sé que me sancionaban por ocho años sin poder ver a mi mamá, a mi hermano, a mis seres queridos. Es difícil. Mi mamá tenía los ojos rojos, mi hermano también y yo igual de tanto llorar. Me despedí de ellos, salí con la maleta y me dieron ganas de mirar para atrás. No tuve el valor».


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