La noche de este lunes se emitió un nuevo capítulo de Tierra Brava, donde se vivió el ingreso del recordado segundo lugar de ‘MasterChef’ en 2015, Max Cabezón, quien se unió a los 15 participantes que quedaron en competencia tras la eliminación de Azzartt Maveth, el jueves pasado.
Y el participante llegó al encierro totalmente cambiado en su look, dejando de lado al joven estilo hippie que conocimos años atrás. «Soy una persona súper impulsiva, y una amiga me dijo hace unas semanas que quería teñirme y le dije que bueno. El pelo es un reflejo de mi vida hoy en día, porque estoy muy relajado, no me caso con nada, y estoy abierto a las oportunidades. Por eso no tengo pareja ni mascotas».
La llegada de Max Cabezón a Tierra Brava
Es por esa libertad que aceptó entrar a Tierra Brava, para tener su primera experiencia de encierro. «Encuentro un lujo poder desconectarse por varios meses, dejar el teléfono de lado y parar el tiempo para poder estar pendiente solamente de competencias, juegos, salir a respirar y cortar leña», reflexiona.
A lo anterior, añade que «creo que este desafío es mucho más grande que ‘MasterChef’, porque ya no estamos hablando de mi pasión que es la cocina. Creo que uno saca lo mejor de sí mismo cuando sale de su estado de comodidad, y es justamente eso lo que hago».
Según Max, esta nueva versión suya es «más ordenado, con más experiencia, con más tranquilidad», pero con la misma pasión e intensidad. «Va a ser un halago poder cocinar, y no solamente con una cocina full equipada, porque tú me pasas lo que sea que tengas a la mano y para mí va a ser un desafío interesante hacer comida para todo el grupo aunque sea con una fogata. Puedo hacerles pan todos los días… siempre será un pan rico, pan de campo, pan de molde, marraqueta, hallulla. El pan no falla nunca», dice el chef.