Tierra Brava está cada vez más cerca de su estreno, por lo que ya se están conociendo a los nuevos participantes y la nueva confirmada es Azzartt Maveth Arias, pero todos la conocen como La tía de la micro en tiktok e Instagram. Esto porque, a sus 27 años, es conductora del Transantiago y comparte diariamente en redes sociales su vida y su rutina al volante.
La joven afirma que en el programa, donde estará encerrada junto a otros 15 participantes, buscará ser la bromista del grupo. «Soy como una gallina loca, voy a aportar buena onda, alegría y travesuras. Quiero salir con buenas amistades y aprender de tolerancia. Además quiero conocer a la Pamela Díaz».
Y la tolerancia es una virtud que ha tenido que cultivar con el tiempo. Con sólo seis meses de edad vivió el abandono de su madre: «Mi papá es discapacitado y se quedó solito conmigo y mi hermano hasta los 9 meses, pero no tenía con quién dejarme, y decidió dejarme en el Sename para que me cuidaran bien», recuerda, agregando que de todos modos nunca se sintió carente de lazos familiares.
«Con mi papá nunca perdimos la comunicación porque me iba a ver todos los domingos sagradamente, pasaba a la feria y me llevaba frutas, verduras, colación. Yo vivía en el Sename, pero no estaba abandonada, tenía familia aunque no viviera con mi familia», explica.
El centro de María Ayuda donde vivió hasta los 19 años estaba al lado de un terminal de micros, por lo que desde chica Azzartt vivió con el ruido de los motores que le llamaban la atención. Por eso, cuando nació su hijo Facundo, hace seis años, decidió convertirse en chofer.
«Siempre me dio vuelta la idea, y cuando fui mamá dije ‘ahora es cuando’. Primero saqué la licencia particular, la clase B, para tener auto, y después tuve que esperar dos años para sacar la profesional. Era un sueño que tenía y llevo más de un año y medio en esto», cuenta La tía de la micro.
Desde que trabaja en Transantiago, Azzartt se ha convertido en toda una celebridad, tanto tomándose fotos con sus pasajeros como publicando sus vivencias en redes sociales, las que se han convertido en un nuevo ingreso para ella. «Los pasajeros me tienen cariño, no me ha tocado que me digan cosas pesadas todavía. Y ya llevo 4 colaboraciones con marcas grandes que me han pagado bien».
¿Qué espera en su paso por Tierra Brava?
En cuanto a su personalidad, Azzartt se define como «gritona, fácil de irritar y con poco filtro». Dice que forjó su modo de ser en el Sename como forma de sobrevivir. «De repente en el centro tenía que imponerme y defender mis cosas. Tuve peleas físicas, incluso mechoneos, porque siempre me molestaban, me decían que yo no tenía familia, y ahí yo no contestaba hablando», narra, aunque con el tiempo se ha ido moderando.
«Ahora soy mamá y no puedo dar un mal ejemplo a mi hijo. De todos modos, soy confrontacional y le diré a la gente cuando está haciendo algo mal», anuncia.
Si hay un tema que para ella es especialmente delicado, es la comida. «Soy súper compleja con la comida, es que a mí me gusta comer harto, entonces si hay poca comida me pongo irritable. Si me sacan la comida habrá problema, me van a ver enojada».
También es directa en cuanto al amor. «No me gusta que me escojan, me gusta escoger yo, coquetear, hacerme la difícil. Espero dar yo el primer paso siempre. Pero tengo muy mala suerte, he tenido pastel tras pastel, partiendo por el papá de mi hijo, que se fue no más. Yo creo que a los hombres de mi generación les falta compromiso, les da lo mismo si te cag…», opina la joven, que se define como «desilusionada del amor» tras su última ruptura.
«Sería bueno encontrar a alguien para no estar tan sola. No he podido encontrar mi media naranja. A veces creo que voy a morir vieja y llena de gatos. De todas formas, no busco enamorarme en el reality, voy a jugar», adelanta La tía de la micro.