Quedando solo unos días para el estreno de Tierra Brava y ya se están confirmando a los últimos participantes. Siendo uno de estos Simón de la Costa, joven psicólogo de 26 años y figura de las redes sociales que destaca por su gran altura, su llamativo look y su personalidad apabullante
El joven cuenta que antes usaba el apellido Kreutzberger en redes sociales, pero que no tiene ninguna relación con Don Francisco. «En una época me ponía ese apellido. Sólo me estaba haciendo cargo de lo que la gente quería, porque en redes siempre me comentaban que era muy parecido a Vivi Kreutzberger. Crecí viendo ‘Gigantes con Vivi’. Amo a la Vivi, la encuentro súper simpática, sana, y me encanta que se me vincule con eso».
Por otro lado, ‘Mona’, como le dicen sus amigos por Simona, afirma: «Donde pongo la pata, mi amor, nadie me olvida. Dentro mío tengo algo tan grande y tan poderoso que llena todos los espacios. A veces me dicen ‘Huracán Mona’, porque traigo la fuerza del mar, de la disidencia y de la bohemia».
Disidencia, porque Simón se identifica como persona trans no binaria y queer. «Tiene que ver con la responsabilidad política de ser contestatario a la imposición del heteropatriarcado. Transito en toda esa expresión, para mí el género no es algo que exista en mi vida», explica.
Oriundo de San Antonio, Simón se define como «hijo de esa tierra bohemia, de artistas y de poetas». Y aunque se crió en una población, logró surgir y encontrar su propio camino.
«Yo creo que la mía es una historia muy común, es la realidad de la mayoría de las personas. El bullying, la disidencia, la pobreza, vivir en región, segregado de donde pasan las cosas, que es Santiago. Lo poco común es que yo decidí estar en un lugar visible», señala.
Así, según cuenta, en su vida ha conocido tanto el lado duro como el lado amable de la vida. «Me he tomado un copete en la calle, he reído con mis amigas travesti, he estado carreteando en las plazas, en las playas, en todos lados, y también he estado compartiendo en todo el sector oriente de Santiago. Tengo esa movilidad, no me achico ante nadie».
Psicólogo clínico, asegura que por su expresión de género diferente le fue difícil conseguir trabajo formal, entonces llegó a las redes sociales donde se ha convertido en todo un personaje. «El único capital que tengo es hablar, entonces llegué a las redes a hablar un poco de mi vida, de mi vivencia y de psicología, para desde ahí poder independizarme y tener pacientes».
Lo que espera en Tierra Brava
A Tierra Brava llega luego de no haberse imaginado nunca que iba a tener un espacio en la televisión. «La televisión siempre fue mi sueño, porque me gusta comunicar. Nunca me sentí perfil de reality, creo que me llamaron al casting porque vivo muy expuesto en mi vida diaria».
«Voy a ver esto como una oportunidad de tocar corazones de todas las personas, porque es interesante que una disidencia corporal y disidencia de género llegue a lugares como la televisión» continúa.
Y aunque dice ser más conciliador que peleador, sabe lo que está dispuesto a aceptar. «Mi rol es conciliar siempre porque soy psicólogo. Pero si alguien siente que puede ponerme la pata encima porque se siente más que yo, me lo como. A mí me juzga sólo Dios».
Con 1,92 de altura y 120 kilos de peso, dice que desde ya se siente ganador del reality, pero que conoce sus limitaciones físicas. «Soy grandota, tengo fuerza y me encanta correr. Me mantengo bien, mi único desafío va a ser las pruebas aeróbicas o de escalar cosas. Pero para mí entrar ya es ganar, porque entro y represento a tanta gente y tanto territorio, que eso ya es un logro. Yo siempre gano», dice.
Y aunque es poseedor de un estilo muy peculiar, niega ser inalcanzable o difícil. «Siento que el acto performativo es un acto de identidad, y yo en lo personal me preocupo que mi identidad se exprese a través de mi vestimenta. Pero no me siento diva, todo lo contrario, soy súper humano».