Sin duda que Ignacia Michelson es una de las chilenas más populares en Instagram, donde ya supera los 2.3 millones de seguidores a los que enamora con sensuales postales en la que deja casi nada a la imaginación, llenándose de piropos.
Así es como ocurrió recientemente, luego de que compartiera dos sensuales postales en las que aparece luciéndose con un ajustado vestido de encaje rojo, que cuenta con un escote que deja a la vista su voluptuosa delantera.
Para acompañar una, Ignacia Michelson escribió: «El humano aspira a ser perfecto, escribe interminables tratados sobre qué hacer y cómo actuar para ser «feliz». Todos pretenden saber cómo es el «correcto» actuar. A mí me importa un c@r@jo yo voy a escribir lo que quiera».
Mientras que en la siguiente, simplemente agregó «red girl» con el emoji de un globo. Como era de esperar, entre ambas publicaciones acumuló casi 200 mil me gusta y cientos de mensajes por parte de sus fanáticos.
«Ei muñeca»; «Y las de mi barrio pensando que las envidian»; «Todo para mi»; «Hermosa wuachita»; «Me encanta su escote»; «me enamoré»; «Que bella mujer perfecta»; «Y esta barbie»; «Se me antojo un licuado»; «está mejor que muchas que la critican»; «q te pueo decir po»; «Ignacia la diosa ex shore» y «El rojo es lo tuyo» le escribieron.
La encerrona que vivió Ignacia Michelson
Hay que recordar que hace unos días, Ignacia Michelson no lo pasó muy bien, ya que mientras estaba junto a Marcianeke y una amiga circulando por Ñuñoa, fueron víctimas de un intento de encerrona, que lograron evitar gracias al cantante.
«Se nos cruza un auto súper chiquitito, color gris, con cinco tipos encapuchados y con pistolas. Nos dicen bájense del auto. Yo me estaba bajando cuando el Mati me dijo no, no, no. Se tiró para atrás (conduciendo) y siguió», relato la DJ a Las Últimas Noticias.
Siguiendo por esta línea, Ignacia Michelson agregó que «ahí los tipos se fueron y dijeron ‘vámonos, vámonos’. Yo creo que cacharon que éramos nosotros y les dio miedo. Por suerte no nos tiraron balazos directos, porque sí dispararon al cielo».