La noche de este jueves, se estrenó un nuevo capítulo de ‘Socios de la Parrilla’, donde Fernando Alarcón y Pato Torres se confesaron sobre sus años juntos en el ‘Jappening con Ja’, además de sus extensas carreras y vida personal.
Es en este contexto que durante un momento del programa de conversación apareció ni más ni menos que Eglantina Morrison la que coqueteó intensamente y hasta besó a Jorge Zabaleta.
Sobre el personaje, Pato Torres recordó que lo creó cuando en un programa llamado ‘El show de Gloria Benavides’ recrearon el hundimiento del Titanic y Jorge Pedreros le ofreció interpretar a una señora desesperada en el hundimiento. «En esa época en TVN no se podía hacer travestis. La idea era que fuera una mujer de época», explicó, y recordó que el sketch fue todo un éxito.
«Estoy gritando mientras se hunde el barco y Óscar Olavarría, que era un marino, me empieza a cachetear, diciendo ‘¡Por favor, señora Morrison!’. Sale volando un aro y yo digo ‘¡Alto! Que no se mueva nadie hasta que no aparezca mi aro’. Todos se murieron de la risa», contó.
Pato Torres y los inicios de su carrera
Por otro lado, nuestro querido Pato Torres reveló que partió su carrera, participando en cuentos infantiles en un programa de TVN, junto a la fallecida actriz Rebeca Ghigliotto. «Él se vestía con traje de bailarín y despertaba muchas dudas», bromeó Alarcón.
Posteriormente, el locutor de ‘El Festival de la Corazón’, logró la fama en el sketch ‘Los Valverde’ de ‘Sábados Gigantes’, hasta que, tras una renegociación, él, Óscar Olavarría y Marilú Cuevas se fueron a TVN e ingresaron al ‘Jappening con ja’, donde Torres conoció a Alarcón. Una vez terminado el programa en TVN, mientras el elenco principal se fue a hacer una nueva versión a Mega, Alarcón y Torres aceptaron una oferta de Canal 13, donde siguieron trabajando toda la década posterior.
Específicamente, Pato Torres destacó en los sketches de ‘Sábado Gigante’ grabados en Miami. Al respecto, el comediante aclaró por qué no se quedó en Estados Unidos trabajando. «Fue porque cuando le dije a mi primera esposa, en una época en que te entregaban un departamento por 5 mil dólares, ella me dijo que no, que no iba a ir nunca para allá», contó.