Hace un buen tiempo que Nicole Moreno, más conocida como Luli, anda dedicada completamente al mundo del fisicoculturismo, mostrando en redes sociales las rutina de ejercicio que mantiene, además de todos los eventos fitness en los que ha competido en el último tiempo.
Pero de todas formas, la chiquilla se da el tiempo de encantar a sus seguidores con destapadas postales. Así es como ocurrió en las últimas horas, luego de que sacara suspiros al posar con un pequeño bikini, luciendo su musculosa figura.
«Trabaja por un propósito, ten disciplina, vive para inspirar no para impresionar 💫 Que tengan un lindo domingo», comenzó escribiendo Luli para acompañar la publicación en la que aparece en blanco y negro, dejando casi nada a la imaginación.
Siguiendo por esta línea, la chica fitness aprovechó de promocionar una tienda de ropa en Instagram. Como era de esperar, al poco tiempo recibió más de 44 mil me gusta y decenas de mensajes de sus seguidores, los que no podían más con lo regia que se ve la chiquilla.
«Diosa hermosa eres el símbolo de la superación personal»; «Regia siempre lo importante es que una esté felíz»; «Andá a comerte tu los postres ahora Eugenia Lemos»; «Miiira de quien te burlaste»; «Luli ricaaa todo el rato»; «Foertísima»; «Que diosa»; «Devorando como siempre» y «Puro esfuerzo!!! Mis reverencias» es parte de lo que le escribieron.
Luli y su temprana maternidad
Hace un tiempo, la influencer estuvo invitada a ‘Juego Textual’, donde se confesó sobre su maternidad, pues quedó embarazada de su único hijo, cuando tan solo tenía 14 años.
Según explicó Luli, su familia era muy conservadora y tradicional, y sus papás jamás se imaginaron que ella podría resultar embarazada tan joven. «Esto es lo que pasa cuando tus padres no te dan educación sexual. Yo jamás la tuve», dijo, y agregó que esa vez recibió el apoyo incondicional de una tía.
«Ella falleció de cáncer de mamas. La extraño un montón, era mi confidente y mi amiga, tenía mucha confianza con ella. Me encomiendo mucho a ella, fue la primera persona que me acompañó. Recuerdo que volví del consultorio, metí 100 pesos en el teléfono público y le dije a ella primero. Ella me apoyó y le fue a contar a mis padres», confesó.