Cerca de un mes ha pasado desde el anuncio de Yolanda Sultana, quien el pasado 27 de diciembre llegó a la ciudad de Viña del Mar en medio del megaincendio que afectó a la comuna, donde se comprometió para ayudar de forma importante.
Según consigna La Cuarta, en aquella oportunidad la mentalista reveló: “Lo sucedido el Jueves 22 de diciembre de 2022 me tocó muy fuerte en mi corazón. El ver tantas personas perdiendo lo poco que tenían me ha conmovido. Por esto realicé una donación directa a la Municipalidad de Viña del Mar que consta de mi casa en Rancagua, esta casa se venderá y todo lo recaudado en la venta irá en ayuda directa de todos los afectados por el incendio de Viña del Mar”.
Asimismo, la Tía Yoli agregó a través de un registro en sus redes sociales que, «ese dinero servirá para la compra de materiales de construcción y todo lo necesario para reconstruir los sectores afectados por esta tragedia. Por eso si necesitan comprar una propiedad ubicada en Rancagua, deben contactarse con la Municipalidad de Viña del Mar para que la compren directamente a ellos».
Entusiasmada por ayudar y poner su granito de arena a favor de la causa, la querida tarotista expresó: «Este es mi aporte directo y sincero a todas las personas afectadas por el incendio catastrófico, el cual dejó más de 500 casa y respectivas familias solo con lo puesto».
La Tía Yoli y su angustia
Tristemente, la casa sigue sin poder ser vendida a casi un mes de su anuncio. Ante esto, la mentalista apunta principalmente a los medios por su poca promoción.
En este sentido, la mujer se refirió a la situación a través de un live de Facebook. “En la enfermedad y en la desgracia uno debe estar con los más débiles. Se escuchan en las noticias puras payasadas, no se escuchan cosas bonitas. Yo realmente estoy triste. ¿Por qué estoy triste? Porque fui, hablé, me televisaron donando una casa… No me tomaron ni en bajada”.
A lo que complementó señalando que, “yo quisiera vender la casa, que me la compraran, pero con urgencia”.
Acto seguido, la Tía Yoli dio a más detalles con respecto a sus intenciones, los cuales son: “Comprar camas, porque puedo regalar dos camas por persona con esa plata. A la gente humilde hay que ayudarla”.
Y para cerrar, se dirigió a las personas que tienen los medios para ayudarla: “Los pies de usted están calentitos, durmiendo con una buena cabecera, pero ellos no”.