Cecilia Bolocco volvió a la televisión a lo grande con su nuevo programa ‘Todo por ti’ en Canal 13, el cual este domingo en la noche estrena su tercer capítulo.
Y en esta ocasión el espacio, que se centra en un famoso que busca homenajear a su madre con una emotiva velada, tendrá al ex seleccionado nacional Mark González junto con su mamá, Lorena Hoffmann.
Entre los temas que se tocarán el domingo estará el precoz talento de Mark, que hizo que a los 13 años se fuera a vivir solo a Santiago becado para jugar en Universidad Católica. “Me pagaban los estudios. Vivía en el Centro de Formación, donde vivían 18 jugadores más en la misma situación. Yo era el más chico, tenía 13 años, tenía un bolso de la UC que era más grande que yo, de ahí que me decían ‘el chico Mark’”, contará, y confesará que al principio le costó mucho acostumbrarse.
“Fue difícil. Dejar a los amigos, los hermanos, toda la infancia para someterse a una disciplina que es 100% el fútbol, hacerlo todo solo, desde estudiar, hacer las tareas, levantarse, hacer la cama, cumplir con los entrenamientos. Lloraba y lloraba todos los días. Pero yo siempre quise ser futbolista y dije que esta era una oportunidad que se me estaba dando y la tenía que aprovechar”, indicará.
El complejo accidente de Mark González
Además, junto a Cecilia y a su madre, Mark González recordará uno de los momentos más duros de su carrera futbolística: el fuerte cabezazo que sufrió en el triunfo de Chile en clasificatorias contra Argentina el 15 de octubre de 2008, donde terminó con una grave contusión cerebral y la rotura de los ligamentos de la rodilla derecha.
“Yo no recuerdo de ese partido, se me borró por completo. Para mí no lo jugué (…) Estuve todo el rato inconsciente, mi hermano se fue conmigo en la ambulancia, en el camino tuvieron que parar porque no estaba respirando y me estaba yendo. Llegué casi muerto al hospital. Estuve 2 días entubado entero en la UCI y un mes sintiendo vértigo, además de 4 meses recuperándome de la rodilla”, revelará.
Al respecto, su madre recordará lo que sintió tras presenciar el golpe en la televisión, a más de 8 mil kilómetros de distancia. “Fue terriblemente angustiante. Pasaron meses en que no podía ver un partido. Yo quería que lo llamaran a la Selección pero no quería que jugara, quería que se quedara en la banca”, confesará.