Este martes en la noche, Carmen Gloria Arroyo, sorprendió durante su participación en ‘Juego Textual’, donde lanzó algunas osadas confesiones con relación a su vida sexual y especialmente su largo romance con Bernardo Borgeat.
Durante la sección ‘Termómetro Sexual’, le consultaron sobre la parte que más se fijan los hombres al mirarla. La abogada aseguró que antes de su masectomía se fijaban de inmediato en su busto. De hecho, comentó que en el mundo de las Leyes antes el machismo era evidente.
“Ha habido un cambio y se nota. Cuando yo entré a trabajar era evidente que en la primera mirada una era siempre vista como un objeto sexual, tanto compañeros de trabajo como clientes. Hoy son mucho más respetuosos”, comentó Carmen Gloria Arroyo.
Luego, consultada por “Pepi” Velasco, la abogada reveló cuál es su rito en cada cumpleaños a las 12 de la noche: bailar árabe con su caderín. Acto seguido, demostró a las panelistas cómo se hace, y les explicó que se debe a que su abuelo materno era libanés.
Posteriormente, Carmen Gloria Arroyo confesó que tuvo citas a ciegas antes de conocer a Bernardo. “Eran un desastre después del otro. Tuve tantas que agarré principios básicos para ir a una cita a ciegas: que sea almuerzo o café, no cena; que sea en mi auto para poder irme”, reveló, y recordó la peor de todas.
“Duró como 10 minutos la cita. Llego y el señor me dice ‘Qué bueno que eres abogada, tengo un par de problemas’. Y eran que lo habían pillado a exceso de velocidad por ir curado, problemas con su señora por la pensión de alimentos”, contó.
Las coquetas confesiones de Carmen Gloria Arroyo
Tras esto, le preguntaron si acaso se ha disfrazado en la intimidad, frente a lo que Carmen Gloria contó que una vez un amigo le regaló lencería erótica de mucama, y que años después la usó. “Para un aniversario con Bernardo me la puse”, dijo.
Pero la cosa no se quedó ahí, ya que después le consultaron en el estelar sobre el lugar más exótico donde ha hecho el amor. Carmen Gloria mencionó que fue con Bernardo en Punta Faro, isla cerca de Cartagena, donde lo hicieron en el agua.