Sin duda que Naya Fácil se ha convertido en una de las influencers más populares de nuestro país. La chiquilla se ha ganado el cariño de sus más de 900 mil seguidores, compartiendo casi todos los detalles de su día a día y sacando carcajadas con los chascarros que vive.
A pesar de que usualmente no tiene filtro al mostrar su vida diaria, la joven tiene un especial resguardo por su pasado, especialmente sobre su infancia y cómo creció en el sur de Chile. Solo en el último tiempo se ha atrevido a contar algunos pasajes de su complicada infancia.
Es más, en conversación con La Cuarta, Naya Fácil confesó que «Mis padres me veían como la más loca de la familia, la que no iba a lograr nada. Vivía con ellos, pero faltaba mucha comunicación, nunca hubo consejos, enseñanzas de valores. Me veían como muy perdida, pero era porque a mí me gustaba ser muy libre».
Por lo mismo que recientemente sorprendió a sus seguidores, luego de compartir a través de sus historias de Instagram dos postales en las que solo era una niña. En la primera que es del 2006, aparece con uniforme escolar, mientras que en la siguiente escribió: «Miren, aquí tenía 12/13 años, aquí comenzó a cambiar mi vida a fácil».
Naya Fácil y sus inicios como trabajadora sexual
El mensaje que escribió Naya Fácil en la segunda postal, tiene directa relación con sus comienzos en el comercio sexual. Pues en la entrevista con el medio antes nombrado, confesó que siendo solo una menor de edad comenzó a vender videos de esta índole.
«A los 12 o 13 años empecé a meterme en el mundo del contenido adulto. Veía reportajes en televisión de prostituas y me llamó mucho la atención que ganaran dinero así. Era pequeña, así que nadie me enseñó: yo investigaba, averiguaba, y comencé a vender videos. Primero sin mi rostro, solo del cuerpo. Después empecé a incorporar de a poco mi rostro» reveló.
Junto con esto, aseguró que «Cuando comencé a vender videos tenía 15 o 16 años. Estuve vendiendo hasta como los 19».