Sin duda, una de las figuras más queridas de la televisión chilena es Pancho Saavedra. El encantador animador fascina a quien se le cruce con su magnética presencia e hipnotizante risa. Sin embargo, y a pesar de que aparece hasta en la sopa, Panchito no suele hablar mucho sobre su vida personal.
Pero ahora, Saavedra reveló detalles sobre cómo comenzó su relación amorosa con Jorge Uribe; con quien firmó el Acuerdo de Unión Civil en 2018. Además, recordemos que la parejita hace poco adoptó una niña llamada Laura.
El lado sentimental de Pancho Saavedra
En una entrevista realizada por la Revista Velvet, Pancho Saavedra dejó al descubierto su lado más sentimental, revelando detalles sobre su romance. De hecho, soltando la papa, el popular animador reveló como conoció a Jorge Uribe. Fue así, que confesó que se conocieron a la antigua. «Nos conocimos en una discoteque, en el Búnker«.
«Jorge se acuerda que yo estaba en el escenario porque la mítica transformista Francis Françoise me estaba agarrando para el chuleteo. Cuando me bajé del escenario, lo vi y me gustó», agregó. Y en esa misma línea, Panchito confesó que en ese tiempo estaba disfrutando de la «vida loca» tras un abrupto quiebre sentimental.
Sobre Uribe, Saavedra continuó comentando: «Ahí nos conocimos, pero en esa época yo estaba viviendo la vida loca, tenía 31 años. Había tenido un pololeo anterior y no había quedado muy bien. Conocí al Coke y empezamos a salir cerca de un mes y medio, en una época en que no había redes sociales, solo Fotolog. Bueno, y yo pelaba un poco el cable«.
Asimismo, Saavedra aseguró que Uribe lo habría mandado a la punta del cerro por «estar un poco loco». «Ahí Coke me dijo: “¿Sabes qué? Para lo que a ti te pasa, existen personas que han estudiado cinco años, así que chao, nos vemos”. Y me pateó mandándome al psicólogo».
Finalmente, el animador cerró afirmando: «Fue un zamarreo en que la vida me dijo déjate de leseras. Después de un tiempo nos reencontramos, cuando me escribió por Facebook preguntándome si me acordaba de él y le respondí que ‘obvio que sí. Él había estado viviendo en Canadá por muchos años, había regresado recién a Chile, nos juntamos a tomar un café y no nos separamos nunca más«.