Hace unos días te contamos que el programa Caso Cerrado tuvo su fin en el año 2019; cuando se realizaron las últimas grabaciones del espacio que era conducido por la jueza Ana María Polo; a principios de la década de los 2000 el set que trataba de revelar diferentes casos judiciales tomó popularidad y así fue transmitido por diversos países de habla hispana.
No obstante; en los últimos años se ha visto que la propia audiencia y admiradores del programa piensan que cada caso que se presentan pueden resultar ser una farsa; por lo que, la polémica siempre ha estado sobre la mesa y el debate en que si las historias son reales o no siempre han estado presentes.
Ante esta situación; hace poco se hizo viral la historia de Lia Kathe; una joven que a través de su cuenta de TikTok narró parte de lo que ella vivió en Caso Cerrado siendo protagonista en uno de los tantos episodios del programa.
El episodio se grabó y emitió cuando Lia tenía ocho años; en la que participó junto a sus padres verdaderos en una grabación en que se centraba principalmente en que ambos adultos estaban en disputa por el uso de la música que creaban de su banda familiar que tenían letras con groserías.
Lia que es oriunda de México y confesó que realmente sus padres sí eran músicos; incluso su mamá era parte de la banda «Las Ultrasónicas» y a la vez eran cercanos a la producción del programa; por lo que, así fue como todo comenzó.
El mal trato que recibió una niña de 8 años
Resulta que a Lia le habían dicho sus padres como el productor si le gustaría ser parte del programa de Caso Cerrado pero que debían viajar en tan solo dos días de haberles avisado a la pequeña. Ella reconoce que «a mí desde chiquitita me ha gustado estudiar actuación. Y pues dije ‘¿por qué no?’. Vamos a grabarlo en EEUU y, pues, estaría padrísimo».
Ya siendo el día de la grabación, la tiktoker confesó que la fueron a buscar a las 5:00 horas de la mañana y que se iban a dirigir al estudio de Telemundo.
Luego de ensayar y grabar, resultó ser que las grabaciones se extendieron hasta las 3:00 Am del día siguiente; asimismo, se les entregó un libreto y ahí Lia revela que tuvo que ser obligada a decir groserías, pese a su corta edad.
Yo no digo groserías. A mí no me gusta decir groserías, no va conmigo (…) pero me dijeron que para este caso tenía que decir groserías. Y yo de 8 años… dije ‘no manches, ¿Cómo lo voy a hacer?«.