Atentos chiquillos que no queda nada para las Fiestas Patrias, uno de los días más esperados por la mayoría de los chilenos y en la que se disfruta de sus buenos carretitos con asado, baile y uno de los infaltables en cualquier fonda dieciochera: El terremoto.
Este traguito se ha convertido en uno de los más emblemáticos del 18 de septiembre, ya siendo una comida típica en nuestro país. Es más, su nombre ya calza perfecto con Chilito especialmente debido que somos uno de los más sísmicos en todo el mundo.
Pero… ¿Cuál es la historia del terremoto?
Según cuentan nuestros amigos de Radioactiva, este especial brebaje nació en 1985, cuando unos reporteros alemanes vinieron a la capital para descubrir los daños que había dejado el sismo que afectó a la zona. Como el calor estaba bastante intenso decidieron ir a remojar la garganta al restaurant «El Hoyo», donde se tomaron un buen pipeño, que lamentablemente estaba caliente.
«¿Le pueden echar hielo?», preguntó uno de los europeos visitantes. Fue ahí cuando Guillermo Valenzuela (tercero en la generación de la mítica taberna popular) tuvo que ingeniárselas para dejar contento a los clientes y decidió echar un helado de piña.
Y como era de esperar, el invento de Valenzuela dejó más contentos que perro con dos colas a los alemanes, y esto motivó al dueño del local a patentar y promover la fórmula de mezclar pipeño con helado de piña. Apodándolo como: terremoto.
En conversación con 24 Horas, Enrique Marambio, garzón de más de 30 años, entregó algunos detalles de este clásico brebaje de Fiestas Patrias. Detallando que Don Guillermo había intentado varias veces juntar el vino con el helado, pero el último producto «se cortaba».
Luego, sin embargo, el helado «evolucionó» y se pudo juntar, pasando a tener una eterna y amorosa relación con el vino de corto proceso de fermentación, más conocido como pipeño. «Fue el destino», dice Marambio, haciendo alusión a que justo cuando su jefe estaba creando un nuevo trago sucedió el terremoto y la «anécdota» con los alemanes.
¿Cuál es la receta para prepararlo perfectamente?
En realidad el terremoto no es muy difícil de preparar, ya que sus ingredientes básicos son pipeño, helado de piña y granadina, aunque de todas formas, son varios los que tienen sus propios añadidos para darle un toquecito.
«El vino no tiene que ser muy dulce, porque usted está mezclando pipeño con helado, entonces las dos cosas dulces no son convenientes. Tiene que agarrar cuerpo para que sea agradable. Si es muy dulce, al otro día la persona no se puede ni mover», explicó el garzón de ‘El Hoyo’.
«El verdadero terremoto es pipeño con helado de piña, nada más. Como es patentado, los otros bares tienen que hacer el brebaje diferente a nosotros. Nosotros nunca hemos sido egoísta para que lo trabajen, el tema es que no lo desprestigien» afirma.
Las medidas ideales según ‘El Hoyo’
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Para hacer un vaso de medio litro, la medida es 3/4 de vino y 1/4 de helado.
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Para hacer una jarra de dos litros, la medida es 1 litro y medio de vino y 1 litro de helado.