De vez en cuando aparecen particulares historias en redes sociales sobre gente que ha vendido peculiares alimentos a precios ridículos. Tal es el caso de Rylee Stuart, una adolescente australiana de 13 añitos, quien se encontró un dorito inflado en la bolsa del snack que compró.
Obviamente que la chiquilla compartió su hallazgo a través de un video en TikTok. «¡He encontrado un Dorito inflado! ¿Tiene valor o debería simplemente comérmelo?» contó en el registro que rápidamente se volvió viral, acumulando más de 5 millones de visitas en cosa de días.
Entre las cientos de respuestas que recibió la joven, alguien le sugirió que subastara el particular alimento, esto debido a que en varias ocasiones se han vendido en altos precios productos de este tipo. Es más, hace un tiempo una persona logró vender por una millonaria cifra un nugget de pollo con la forma de un personaje del juego ‘among us’.
Así que al final a la adolescente le gustó la idea y publicó en la plataforma eBay su dorito inflado, comenzando la puja con menos de un dólar (unos $750 chilenos). Lo que no se imaginó es la locura que generó, ya que al poco tiempo llegó a los 100 mil dólares, lo que equivale a cerca de 76 millones de pesos chilenos.
Es frente a esto que de acuerdo a lo consignado por 20 Minutos, la adolescente decidió deshabilitar la subasta, pues se le salió de las manos y ella solo lo había echo como un experimento.
¿Quién se quedó con el dorito?
Aunque al final Rylee se asustó y decidió no vender el dorito, la historia llegó hasta la empresa creadora de este producto, quienes decidieron premiar a la chiquilla por el hallazgo de este particular snack.
«Han sido un par de días muy intensos para Rylee y su familia, y nos ha encantado seguir su historia», comentó Vandita Pandey, directora de marketing de Doritos Australia.
Por lo mismo que al sorprenderse con su «espíritu emprendedor», además de su «creatividad y amor por los doritos» que quisieron premiarla con 20 mil dólares, lo que serían unos 15 millones de pesos chilenos.
Tras conocerse esta particular historia, la adolescente conversó con el medio australiano 9News, donde señaló que: «Mi papá dijo que, como él compró la bolsa, el “dorito” debería ser suyo, pero como yo lo encontré creo que me pertenece a mí».