Javiera Acevedo sorprende con fotos del cambio de su cuerpo tras convertirse en mamá

A través de sus redes sociales Javiera Acevedo mostró como ha cambiado su cuerpo tras ser mamá y el secreto que utiliza para conseguirlo.

Javiera Acevedo Mamá
Instagram @rubiayguachaca

Fue el pasado 20 de mayo que Javiera Acevedo se convirtió en mamita por primera vez, luego de recibir en este mundo a su retoño Kai, al que presentó al poco tiempo de nacido.

«Llegaste un día de lluvia en el mes del mar mi querido Kai. Eres mi razón de sonreír, existir y todo lo demás. Eres sanito, eres fuerte y te portas como un rey» escribió la actriz nacional en su momento para compartir unas fotitos del pequeño.

Junto con lo que Javiera agregó: «Espero que tu llegada a este mundo lo haga mejor y que tu existencia aquí sea para nunca olvidar. Por fin nos encontramos guatón de mi corazón!».

Desde ese momento que la también influencer ha estado más que chocha compartiendo todo tipo de registros de Kai, mostrando lo lindo y grande que se ha puesto en estos primeros dos meses de vida.

Los cambios en el cuerpo de Javiera

Pero obviamente que Javiera también se ha referido a su experiencia como mamá primeriza, además de los muchos cambios que ha experimentado su cuerpo en estos primeros meses.

Así que en esta oportunidad la rubia y guachaca recurrió a sus historias de Instagram para mostrar como ha sido el cambio de su cuerpo, además del secreto para recuperar su figura, tratándose de una máquina galvánica corporal.

Javiera Acevedo 1

Javiera Acevedo 2

Javiera Acevedo 3

El mensaje a su retoño

Hace solo algunos días Javiera Acevedo recurrió a sus redes sociales para dedicarle un hermoso mensaje a su pequeño hijo, en el que ya demuestra que le ha cambiado la vida totalmente con la llegada a este mundo.

«Aquí estoy mi amor, aquí siempre estaré. No se si serán las hormonas o es el amor o quizá todo junto. Pero cada vez que te miro te hablo, me emociono y siempre me sacas una sonrisa» comenzó escribiendo la actriz.

Junto con lo que escribió: «Se puede estar cayendo el mundo. Pero yo no necesito nada más que mirarte a los ojos y soy inmensamente feliz».


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