Este miércoles en El Chacotero Sentimental conocimos la historia de Leoncita de 2.7 añitos, quien le contó al Rumpy sobre lo que le pasó con su marido de siete años y que terminó con combos iban y combos venían.
Resulta que la chiquilla a sus 20 añitos decidió casarse con su pololo mientras estaba en la universidad. Para ella el cabro era ideal, bien portado, trabajador, no tomaba, no carreteaba y hasta evangélico, por lo que pensó que ya era tiempo para sentar cabeza.
Los tortolitos incluso empezaron a trabajar juntitos, pero llegaron dos retoños al poco tiempo, así que decidieron irse a vivir a la casa de los papás de Leoncita para que los ayudaran. Allí además vivían su hermano y hermana de 19 añitos.
Fue en ese tiempo que su esposo comenzó a pescarla menos, que no tenía ganas de la cuestión. Con el paso del tiempo la chiquilla le pilló mensajes medios raros con su hermana, así que decidió encararlos altiro y ellos les juraron que no tenían nada que ver y que estaba loca.
Al final Leoncita se fue a vivir con su familia a otra región, donde la cosa se puso mucho mejor con su esposo y andaban más pegados que nunca. Pero de un día para otro llegó la hermana a pedirle que la recibiera en su casa y ahí le juró por sus hijos que ella no era la patas negras.
Pero después comenzó la pandemia y se tuvieron que devolver a su región para que los papás le ayudaran con los niños y comenzaron con una nueva pyme, en la que contrató a su hermana para que la ayudara.
Cómo se enteró de la infidelidad
Resulta que con el paso del tiempo, la mejor amiga de Leoncita se junto con ella y le dijo que la mejor amiga de su hermana había hablado con ella para contarle que no podía aguantarse más y que la perla llevaba más de 3 años siendo la patas negras con su esposo.
Ahí fue que a la chiquilla se le ocurrió un plan: Decidió contratar alguien más para su empresa y cambiar los horarios para trabajar con su hermana, a quien le contaba que estaba siendo infiel y que la cubriera. Esto obviamente no era real y le daba direcciones de todo tipo, a las que al final llegaba su esposo.
Leoncita llevó este plan por tres semanas hasta que empezó a cachar que su hermana estaba teniendo dudas y a esta cabra no se le ocurrió nada mejor que decir que el amante era ni más ni menos que su mejor amigo.
En ese momento quedó la grande, pues su marido agarró una escopeta para ir a disparar a su mejor amigo, por que él estaba vuelto loco pensando que quería abandonarla por el cabro.
Tras esto, su esposo se fue de la casa, pensando que ella le estaba poniendo el gorro. Pero en un momento de visitas a los niños, Leoncita le robó el teléfono al marido y empezó a buscar lo que fuera. Ahí encontró todas las fotos y mensajes de los perlas, donde incluso la hermana le decía que formaran una familia con los hijos de ella.
La reacción de Leoncita
Luego de enterarse de lo que había pasado, nuestra auditora quedó mal y no sabía que hacer, incluso había pensado en quitarse de vida. Pero justo antes de hacerlo, pensó que ella no tenía porque matarse, mientras que ellos estuvieran felices.
Tras esto Leoncita agarró al marido, le compró una cerveza y le pidió que le contara la verdad, y el seguía negándolo, asegurando que era mentira y que las fotos eran photoshop, pero ella ya no estaba pa’ cuentos.
Así que en ese momento agarró una manopla y le pegó cuatro combos en la cara pidiéndole la verdad, así que el cabro obviamente contó todo, e incluso se enteró que él fue el que se llevó la virginidad de su hermana.
Según él, fue la hermana la que empezó todo y que le pedía que fuera el primer hombre en su vida, asegurando que cuando no había nadie en la cada y que ella hasta se paseaba a potope para tentarlo.
Entonces Leoncita decidió sentar al perla en el living de su mamá, con toda la familia presente, para contar lo que había pasado, esto mientras que la hermanita llevaba varios días prófuga.
Tras esto fueron a la casa de los papás del pastelito para contar lo mismo y que iban a terminar su relación. Pero en ese momento la suegra no se le ocurrió nada mejor que decir que bueno que la había cambiado por una mejor. Así que la chiquilla no se guardó nada y se las cantó claritas a la vieja.
El reencuentro con la hermana
Finalmente a unas cuatro semanas, finalmente Leoncita se volvió a encontrar con su hermana para que le contara su versión de la historia, frente a lo que la pastelito negó todo lo que había dicho el ex, asegurando que ella no se había metido con su marido.
Y como ya conocemos a esta chiquilla que incluso hace artes marciales, no tuvo mejor idea que agarrar a combos y patadas a la hermana porque seguía mintiendo. Pero al final le limpió la sangre y llamó al hermano para que la fuera a buscar.
Con el paso de las semanas, Leoncita empezó a hablar por mensaje de texto con la hermana, quien incluso le dijo un día que iba a hacer todo lo posible para estar con él. Pero al parecer no funcionó entre los dos.