El día de ayer, se vivió un tenso momento en el programa de TVN, «Carmen Gloria a tu servicio». Y es que día a día, la jueza conoce y resuelve algunos casos dignos de aparecer en la televisión. Sin embargo, este último no fue tanto para las risas, ya que Carmen Gloria Arroyo quedó enfurecida con la actitud del demandante.
Según la información que recoge Página 7, toda la polémica ocurrió así. José, un hombre de 53 años, fue el litigante que se presentó frente a la jueza para pedirle el divorcio a la señora María Estefanía.
Sin embargo, la sorpresa llegó cuando Carmen Gloria Arroyo supo que este caballero tenía una relación con dos mujeres a la vez. De hecho, en un momento de la historia, María contó que hasta llegaron a vivir los 3 juntos en la misma casa.
Así es como llega al baile, Gloria, una supuesta vecina que se encontraba pasando por una mala situación y a quien la pareja le arrendó una pieza. Sin embargo, dicha vecina, era la amante de José.
La furia de Carmen Gloria Arroyo
Mas allá de todo el enredo, lo que realmente causó el enojo de la jueza, fue la actitud que tuvo el demandante con su nueva pareja. Y es que la señora Gloria, explicó que intervino el matrimonio ya que José necesitaba ser salvado y ser valorado como hombre.
«No puedo creer que en los tiempos que estamos viviendo, una mujer diga que un hombre necesita ser salvado. Y entonces inicia una relación él, para salvar a la ‘pobre víctima’ de las circunstancias».
Para defenderse, la señora Gloria respondió que ella sentía «admiración por él. Y usted sabe que el cariño uno se lo gana. Yo al ver que este hombre trabaja, se sacaba la mugre y llega a una casa que está sucia, que no se le tiene comida, que no se le tiene lavada su ropa, no encuentro que sea digno de una mujer tenerlo ahí amarrado».
Mientras escuchaba el testimonio, Carmen Gloria Arroyo se tapó la cara, sorprendida por las palabras de esta mujer.
«No es digno de una mujer decir lo que usted está diciendo, ¡señora por Dios!. Le doy el favor a la revolución femenina señora. ¿Hasta cuándo que una mujer tiene que tener la casa limpia?, ¿hasta cuándo que un hombre tiene que ser servido? Evolucione», la retó duramente.
Una reflexión sobre el machismo
Entre medio, la señora María intervino para comentar que ella jamás le había tenido la ropa sucia a su ex marido, ni que tampoco lo tenía sin comida. Y hasta aquí no más llegó la paciencia de la jueza, quién encaró a todos los presentes del caso.
«No somos aquí empleadas de nadie. Nuestra función no es tener la casa limpia ni la ropa lavada. Aquí tenemos a dos mujeres que hacen una alegoría del machismo. Aquí lo que no hay conciencia de ninguna de las dos, es que la víctima no él. Ustedes compiten como si el gran trofeo fuera él. ¿Y saben qué es lo peor de eso? Que se transmite de generación en generación, por eso que cuesta tanto desarraigar el machismo de nuestra sociedad», explicó Carmen Gloria Arroyo.
«Las mujeres no nacemos para ser serviciales con nadie. No nacemos para estar al servicio de nadie. No nacemos para cocinar, limpiar o lavar», terminó por concluir la jueza.
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