Durante la mañana de este miércoles 10 de marzo, el Personal de Control de Orden Público de Carabineros realizó un operativo de desalojo en la polémica toma de terrenos en el cerro Renca.
Lo que inició hace casi un mes como una toma ilegal, terminó durante esta jornada con cerca de 100 funcionarios de Carabineros desalojando a familias y residentes que habitaban las inmediaciones del cerro Renca. Esto, luego de una gran cantidad de denuncias realizadas por los vecinos de la comuna, acusando enfrentamientos con armas contundentes entre los locatarios.
Si bien la mayoría de los residentes de la toma aceptó retirarse del lugar sin problemas, las declaraciones de los involucrados no faltaron. Según reporta Radio Bío Bío, el relato protagonista fue el de un integrante de la toma de nacionalidad colombiana.
“No queremos pagar arriendo, más de uno me entiende. Pagar arriendo es muy difícil”, fue parte del relato entregado por el habitante, mientras se llevaba a cabo el desalojo del cerro Renca.
Su testimonio no terminó ahí, sino que además se refirió a los altos costos de vida al mantener un hogar. E incluso, comentó con respecto a las vacaciones. “Pagar arriendo, comida, servicios, agua. ¿Y qué hacemos? Hay mucha gente que tiene muchas otras comodidades y se pueden dar el lujo de ir a vacacionar”, explicó el colombiano.
Tal como asegura el habitante, dentro de la toma había personas de nacionalidades chilenas, venezolanas, haitianas, colombianas y peruanas. Además, agregó que no sabía sobre la ilegalidad de la toma del cerro Renca.
Según relata Bío Bío, el colombiano habría declarado tras el desalojo que tendrá que irse a “vivir debajo de un puente”.
Polémicas dentro del cerro Renca
El desalojo de la toma de terrenos dentro del cerro Renca no nació de la nada. Por el contrario, hace aproximadamente 20 días es que los vecinos de la comuna han solicitado el operativo para desalojar el terreno. Esto, luego de denunciar públicamente violentos hechos ocurridos dentro de las inmediaciones, como enfrentamientos con cuchillos y machetes.
A esto, se le suman las acusaciones de la venta ilegal de espacios dentro del terreno, sin ningún tipo de documentación o regularización. Fue tras esta situación que el ministro de Vivienda y Urbanismo, Felipe Ward, realizó las gestiones necesarias para llevar a cabo el desalojo en el cerro Renca.