Ahmad Ayyad era un atleta fornido y con muy buen estado físico. Eso hasta que se contagió de coronavirus y estuvo en coma inducido por 25 días.
Ayyad, de 40 años, es uno de los más de 2 millones de infectados de Covid-19 en Estados Unidos y lo último que recuerda es que estaba dándole comida a su perro.
Luego de ir a una tienda en Washington comenzó con molestias en el cuerpo. Por tres semanas estuvo en diversos centros hospitalarios hasta que fue internado en el Hospital Johns Hopkins en Baltimore donde los médicos lo colocaron en coma inducido.
“Me desperté y miré mis brazos, mis piernas. Mis músculos habían desaparecido”, dice este paciente del cual los médicos pensaron que no sobreviviría y que perdió 27 de los 97 kilos que pesaba antes del contagio.
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“Estaba un poco asustado, ¿dónde están mis piernas? ¿A dónde fueron mis piernas?”, dice respecto a lo que primero que pensó al despertar del coma.
Tras el alta médica aún tiene problemas para moverse, respirar y hablar. Por ello ha querido exponer su caso para que quienes aún creen que la pandemia no es algo serio.
“Uno piensa que es una gripe tremenda y que no te va a dar. Me preocupa mucho ver a la gente tomar esto a la ligera. Lo conseguí y sobreviví, pero todavía estoy aterrorizado”, dijo a CNN.
Luego de recibir el alta debió recluirse en su casa en cuarentena obligatoria. “Tuve pesadillas todas las noches, llamaba al hospital a las 3 a.m. solo para asegurarme de que todavía estaba vivo”, dice su madre, Zeinab Ayyad, quien no ha podido ver ni abrazar a su hijo.