Aunque las autoridades han pedido a la ciudadanía que respeta la cuarentena. Hay personas que por su trabajo no pueden quedarse en sus casas y tienen que salir todos los días a traer el pan a la casa.
Es el caso de Miriam, una mujer que trabaja en un supermercado en Cartagena, España y que ha vivido una lamentable experiencia. Luego que sus vecinos le pidieran que dejara el edificio por temor a que contagie a la comunidad.
“Somos tus vecinos y queremos pedirte por el bien de todos que te busques otra vivienda mientras dure esto, ya que hemos visto que trabajas en un supermercado y aquí vivimos muchas personas y no queremos más riesgos. Gracias”. Decía la nota que dejaron debajo de su puerta.
La carta no fue encontrada por ella, sino que por su hijo de 10 años. Quien al verla se puso a llorar desconsoladamente porque temía que los sacaran de su casa, según señala La Razón.
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La mujer respondió el pedido de sus vecinos con otra carta que dejó en la recepción. “Me parece un poco cobarde dejarla debajo de la puerta de mi casa, que la coja mi hijo, con diez años, la lea y se ponga a llorar pensando que nos van a echar de casa porque su madre trabaja en un supermercado”. Dice parte del documento con el que respondió Miriam.
“La gente parece que no se da cuenta de que los que trabajamos en los supermercados también tenemos familia, también estamos en riesgo y nos exponemos a contagiarnos nosotros y a contagiar a nuestras familias”, agregó la mujer.
Miriam se defendió asegurando que sabe perfectamente lo que tiene que hacer para evitar el contagio de su familia. “No le puedo dar ni un beso a mi hijo hasta que me quito la ropa, así que no van a venir a darme lecciones ni mucho menos”.
“No hay derecho a esto, ya tenemos bastante nosotros con lo que tenemos que pasar todos los días para soportar esto”. Agregó la mujer expresando su molestia.