Viernes 6 de marzo de 1998, y nada hacia presagiar el diario popular La Cuarta, lanzaría una portada que no solo sorprendió a fieles lectores, sino que pasó a la historia chilensis: «Le hizo el amor a un rodamiento».
Esta particular situación fue protagonizada por un sujeto de la comuna de San Bernardo, quien terminó en la Posta Central solicitando ayuda, manifestando que «tengo un problema personal entre las piernas».
A partir de esa declaración, la enfermera de turno ese día le respondió: «Ah, venéreas. Tiene que ir a Mapocho a sacar número mañana». Tras esa respuesta, el sujeto le comentó a la mujer qué era lo que había sucedido.
Según lo que consignó The Clinic, un bombero que estaba intentando ayudar al afectado manifestó que «eran las 7 de la tarde cuando de la central de alarma recibimos un llamado porque una persona tenía una extremidad trabada. Nos dijeron eso nomás».
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«No entendíamos nada hasta que de repente el doctor le levantó las sábanas y… ¡ahí lo vimos! El doctor nos dijo éste es el problema, señores. El pobre tipo tenía el pene metido en un rodamiento y no lo podía sacar. ¡Estaba enorme de inflamado!», añadió el voluntario.
En algún momento se consideró la opción de amputarle el pene al hombre, pero finalmente decidieron utilizar otra metodología para prestarle la ayuda que necesitaba.
«Después de examinar el problema, el médico tratante me preguntó ¿qué hacemos?» continuó agregando el bombero. «Ahí fuimos a buscar la galletera y nos dispusimos a cortar con el mayor cuidado posible».
«Yo, como oficial a cargo del operativo, tuve que asumir la tarea. Mientras los traumatólogos le metían unos palillos entre el rodamiento y el pene, y se lo tomaban con las manos para afirmarlo, yo apliqué la cortadora. Nos demoramos 40 minutos en el primer corte», expresó.
«Los traumatólogos le echaban agüita al miembro mientras yo cortaba. El problema fue que en el primer corte no soltó el rodamiento. Hicimos otro por atrás y después de otros 40 minutos el rodamiento saltó en dos partes como un resorte».
«Fue impresionante, todos gritamos de alegría. El paciente se fue y nunca más supimos de él, ni siquiera agradeció», finalizó el oficial de bomberos.