Luego de que se diera a conocer que Andrés Caniulef estuvo internado en un centro de rehabilitación por su adicción a las drogas, el periodista reapareció en el matinal ‘Contigo en la mañana’ donde dio una entrevista donde habló de su vida actual.
«Soy una persona que ahora se conoce mejor, que trata de mejorar las cosas, que puede mejorar, y que entiende que hay cosas que no se pueden cambiar» partió relatando el comunicador.
Junto con esto, Caniulef agregó sobre su complicada situación: «Es un momento muy complejo, porque te das cuenta que no puedes parar, que estás colapsado, que no eres capaz de enfrentarte a la vida. Es distinto el uso o el abuso que la dependencia de las sustancias ilícitas, que era la que yo estaba enfrentando. Es más fuerte que tú».
Siguiendo por esta línea, confesó que esa era la manera de escapar de sus problemas que se originaron cuando quiso asumir su homosexualidad frente a su familia. Frente al consumo de drogas, a pesar de sentirse mal y ser consciente de los efectos que traía, de todas formas siguió consumiendo.
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Caniulef aprovecho de detallar que durante ese tiempo dejó de lado a sus familiares y pareja. «Ahí es donde se comprometen las confianzas. Yo alejé a mucha gente de mi vida, no era capaz de enfrentar lo que me estaba pasando. Dentro de ese esconder, también estaba el camuflar (…) de repente uno llega a mundos, donde se siente fuera de lugar, miras a tú alrededor y nadie es parte de tu vida».
Además comentó que su adicción se fomentó durante sus viajes, pues consumía sustancias que ni siquiera estaban en nuestro país. Y aunque su prioridad fue el trabajo, todo cambió cuando comenzó a enfocarse en las fiestas y el fin de semana.
«Vienen los trastornos del sueño, trastornos emocionales, se agudizan los cuadros depresivos, crisis de pánico. Todo confluye en eso. El daño es enorme, se transforma en autoflagelación, uno igual busca castigos» agregó Caniulef.
«Mi vida estaba en juego, uno deja de empatizar con el dolor ajeno, pero cuando uno ve sufrir a tu mamá, fue la principal razón para hacer todo. Estaba tirando la toalla, había intentado, pero nada funcionaba». En este contexto, aseguró que intentó yendo a clínicas, psicólogos y psiquiatras, pero que nada le ayudaba.
Tras esto fue que Caniulef decidió internarse en un proceso de 12 meses y que se extiende por 5 años de seguimiento. «La solución era una comunidad terapéutica, que era un internación, necesitaba apartarme, un proceso de introspección. Llega un momento en que uno dice, que sea lo que sea. No puedo decir que pensé en quitarme la vida, pero sí decía ‘esta es la última opción, si no no logro, que sea lo que sea».
