Una particular situación se dio en el barrio londinense de Brackenbury Village: Pues dos vecinas se han gastado más de 20 millones de pesos en una batalla legal por la custodia de un gato.
Este solicitado minino es Ozzy, quien usualmente se escapaba de su verdadero hogar y al momento de regresar estaba muy bien alimentado y tenía su pelaje muy limpio.
Tantas fueron las veces que este gato llegó así, que su dueña decidió resolver el misterio al ponerle a la mascota un collar con GPS: Resulta que Ozzy se arrancaba y pasaba horas en la casa de su vecina.
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«No es tu gato y no te lo vamos a dar» le mandó a decir la propietaria original del felino, de acuerdo a lo que recogió Radio Bío Bío.
Eso sí esta historia tiene un final feliz, ya tras varios años de disputas y la gran cantidad de dinero gastado, finalmente las familias llegaron a un acuerdo vinculante, por lo tanto la vecina aceptó limitar sus interacciones con el minino.
