Macarena Cabrujo, una joven socorrista argentina, había terminado su jornada de trabajo en la playa Can Pere Antoni de Palma de Mallorca, en España, pero se quedó jugando voleibol con unos amigos. Ese día el mar estaba agresivo, por lo que estaba cerrado a los bañistas y correctamente señalizado con las banderas ondeando.
Se supone que nadie debía entrar a nadar, pero de pronto, mientras jugaba en la arena, Macarena advirtió la figura de un niño cerca de la línea de las boyas, a unos 200 metros de la orilla y de inmediato supo que se estaba ahogando, recoge Institut Balear d’Emergències.
Debido a que ya no estaba de servicio, la socorrista no contaba con el material de rescate, pero de todas formas de lanzó al oleaje para salvarlo. La salvavidas llegó hasta el niño senegalés de 10 años, que se desmayó agotado por el esfuerzo. Macarena sabía que la situación del mar le impedía sacarlo nadando hasta la orilla, así que avanzó hasta la boya e intentó mantenerlo ahí hasta que llegara ayuda, recoge El Mundo.
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Logró reanimarlo y cuando el niño recobró la conciencia le pidió que lo abrazase, pero además preguntó si estaban vivos y morirían allí. «Me dije o salimos los dos o nos ahogamos los dos», confesó Macarena a Diario de Mallorca.
Nos activan por un niño en apuros en 🏖️ Can Pere Antoni. Avisa al 112 Macarena, socorrista de la playa, antes de adentrarse en el agitado mar. Ya había terminado su jornada, pero la vocación de servicio y el sentido del deber no conocen horarios. Final feliz. ¡Enhorabuena 👏👏👏! pic.twitter.com/ZMcLtftsvh
— Policia de Palma (@policiadepalma) 29 de julio de 2019
La socorrista lo tranquilizó y aguantaron 15 minutos hasta que llegó la lancha de rescate del puerto. Las condiciones eran tan difíciles que no pudieron subir a la embarcación, así que lanzaron un salvavidas a Macarena para que lo remolcara hasta la orilla. Lo hizo en una situación muy complicada y solo gracias a sus cualidades como nadadora en aguas abiertas.
Una vez que llegó a la orilla y lo hubo salvado, el niño se abrazó en tierra a ella, no quería separarse y le preguntó si podría volver a verla. «Le había dicho que estuviera tranquilo, que íbamos a salir. Pero yo sabía que nos la estábamos jugando. La corriente tiraba mucho», recordó Macarena, quien no olvidará la frase más reveladora del niño al que salvó: «Pensé que no me ibas a sacar porque soy negro».