Ignacia Michelson descubrió que le inyectaron metacril en el trasero

Luego que se diera a conocer la noticia de la clausura de un centro de estética, Ignacia Michelson descubrió que le habían inyectado metacril.

Ignacia Michelson

Hace algunas semanas se hizo pública la clausura de una casa en Las Condes, la cual funcionaba como centro de estética ilegal, donde utilizaban silicona industrial o metacril para agrandar ciertas partes del cuerpo. Y recientemente Ignacia Michelson reveló que fue una de las afectadas, quien terminó con esta peligrosa sustancia en sus glúteos.

Resulta que hace tres años la chica reality llegó hasta esa casa para agrandar su trasero. «Había visto el resultado en otras chicas y me gustó como les quedó. Allá me dijeron que lo que me inyectarían era ácido hialurónico, un tratamiento que era nuevo en Chile para aumentar zonas del cuerpo. Me costó un millón de pesos y me fui feliz con el resultado» contó a Las Últimas Noticias.

Todo estaba bien para Ignacia hasta que salió de «Resistiré», pues comenzó a sentir malestares: le dolía al sentarse. En primer lugar pensó que solamente se trataba de un dolor muscular, pero después se dio cuenta de que tenía «porotitos» y «hoyos, así como celulitis».

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El dolor cada vez comenzó a ser más fuerte, y hace una semana visito a un médico, solo que con otro objetivo, realizarse una lipoescultura.

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Allí fue cuando el cirujano se dio cuenta de que algo le sucedía a Ignacia. «Al examinarla me di cuenta de inmediato que era metacril. En palabras simples se siente duro, como unas pelotitas duras que son como quistes» explicó Sebastián Puchi, médico cirujano y dueño de la clínica Chile Clinic.

Cuando Ignacia supo de que se trataba, terminó rompiendo en llanto. «Me afligí, me dio pena y pensé cómo no me di cuenta de que no era normal hacer algo así en una casa. Yo confié porque había insumos clínicos, la encargada me mostró el líquido, me mostró fotos del resultado y no había postoperatorio ni nada».

Luego de realizarse una ecografía de partes blandas se podía ver claramente el polimetilmetacrilato. «Por suerte se puso poco, se apreciaba 150 ml en cada glúteo y todavía está en un buen estado, como se lo puso hace poco tiempo no ha empezado a activarse y dejar vestigios en el cuerpo» aclaró el médico.

Afortunadamente para Ignacia, el metacril se encuentra ubicado en la grasa de los glúteos, haciendo que la cirugía sea más fácil. «En el caso de ella, se hace una cirugía endoscópica, a través de un pequeño corte en el pliegue de su glúteo, y desde ahí se va sacando todo el producto. Es una operación larga que dura entre tres a seis horas» finalizó Puchi.


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