No cabe duda que el Caso Nibaldo ha sido uno de los más polémicos del último tiempo, por la crudeza de este. Pero a pesar que Johanna Hernández y Francisco Silva ya fueron condenados, todavía está lejos de acabarse, pues sus abogados presentaron recursos de nulidad, con el fin de revertir la sentencia.
Pero en medio de este nuevo proceso, ¿cómo son sus días en la cárcel? De acuerdo a fuentes que trabajan al interior del Centro Penitenciario Femenino y que conversaron con el diario La Cuarta. Las condiciones en las que se encuentra Hernández le serían bastante favorables.
«Johanna llegó con un estatus muy alto, incluso más que el que tienen los ladrones, por haber matado a su marido. Entonces, es vista como una reclusa de temer por las otras internas» le revelaron al diario nacional.
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En este contexto, contaron que durante los días de visita, Johanna Hernández recibe a familia y amigos. Junto con esto, asiste a talleres de peluquería y alimentación, los cuales son impartidos por Gendarmería.
También se reveló que la mujer comparte amistosamente con las otras reclusas, quienes le tienen respeto por el crimen cometido. Debemos recordar que anteriormente se mencionó que adoptó el rol de «líder» al interior del recinto penitenciario.
Pero uno de los datos que más llamó la atención dentro de lo que informa el diario. Es que al parecer Johanna Hernández habría olvidado por completo a Francisco, pues actualmente tendría una nueva pareja al interior del módulo 210-D del Centro Penitenciario Femenino de Valparaíso.
Una realidad completamente distinta es la que viviría Francisco Silva en la Unidad Especial de Alta Seguridad de la cárcel de Valparaíso. Ya que, por ejemplo el pasado martes, habría recibido un duro castigo por parte de Gendarmería, luego que encontraran un celular en el módulo 107.
«Silva es un preso que está bajo la lupa por un crimen de alta connotación pública. Está completamente solo. No sale al patio cuando están los otros internos» reveló un trabajador de la cárcel al diario de circulación nacional.