A los pocos días del estreno de «Juegos de Poder», salió la primera polémica que rodeó a la teleserie. Pues la familia de Hernán Canales, hombre que murió atropellado en el polémico caso de Martín Larraín, hijo de Carlos Larraín. Diera una entrevista, pidiendo que sacaran del aire la producción, pues le recordaba mucho a lo que ocurrió con su hermano.
En conversación con «Hola Chile» una de las hermanas del hombre comentó que: «Cuando la vi, en el primer capítulo, asimilé de inmediato que fue toda la historia relacionada con lo que había pasado con mi hermano» y agregó: «Para nosotros ha sido muy fuerte. Es como estar viviendo lo mismo del principio, cuando realmente atropellaron a mi hermano. Ojalá que nunca más la vuelvan a dar. Porqué tomaron el caso de nosotros y eso está reciente, nosotros todavía no superamos el dolor de él».
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Recordemos que la producción de Mega cuenta la historia de Mariano Beltrán (Álvaro Rudolphy), un candidato presidencial que hará todo lo posible para evitar que salga a la luz que su hijo Camilo (Simón Pesutic) fue el responsable del atropello de dos jóvenes que resultó en la muerte de uno. Mientras que el fiscal Ramos (Jorge Zabaleta) investiga el caso hasta descubrir al culpable. Obviamente tras el estreno, muchos recordaron el caso Larraín y lo dejaron saber en redes sociales.
Y en una reciente entrevista radial, el actor Claudio Arredondo, quien interpreta al padre del personaje de Augusto Schuster en «Juegos de Poder» se disculpó con la familia de Canales, señalando que sintió mucha pena por las críticas, «porque evidentemente él es una víctima de un abuso».
«Puede ser que (los creadores) se hayan inspirado en demasía en el accidente, pero no se está tratando de retratar el hecho. Es una ficción» explicó el actor.
Finalmente Arredondo ofreció disculpas por lo que pudo haber sentido la familia de Hernán Canales. «Lamentablemente a lo mejor se pareció mucho y, si de algo sirve mi palabra, me disculpo con la familia de la víctima» y agregó: «Pero por último también puede servir para que, por lo menos, si se parece tanto, la familia del victimario también se sienta un poco avergonzada».
