Varios fueron avergonzados en la época escolar por tener fea letra, siendo comparados con aquellos compañeros que tenían sus cuadernos perfectamente ordenados y con una caligrafía perfecta. Sin embargo, una reciente investigación reivindica a estos estudiantes y afirma que quienes tienen una letra poco agraciada son más inteligentes.
Según un estudio de la Universidad de Yale que fue publicado en la revista científica «The American Journal of Psychology», todos ellos siempre tuvieron una ortografía correcta y sacaron buenas notas. Todo esto, se concluyó luego de revisar apuntes de niños y niñas con coeficientes intelectuales diferentes. «Mostraban altas habilidades mentales y agilidad sobre el promedio. Para ellos era más importante la información que obtenían que esforzarse por una buena letra», señala el comunicado.
Esto se apoya con otras investigaciones que señalan que el cerebro trabaja más rápido que el cuerpo, por lo que la mala caligrafía es sinónimo de que la mente va más rápida que las manos al momento de escribir.
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