En un sinfín de ocasiones más de alguna persona debe haber repetido la frase «vendería un riñón por tal cosa», sin embargo del dicho al hecho hay mucho trecho. O al parecer no tanto, ya que un cabro en China se tomó la cosa en serio y decidió poner a la venta uno de sus órganos con el fin de comprarse un celular, decisión que hoy lo tiene viviendo los peores días de su vida.
Y es que cuando el chiquillo ingresó a la operación clandestina tenía 17, y hoy a los 25 está postrado en una cama sin poder siquiera comer. Así lo señaló su mamá a un medio de ese país, donde además agregó que el niño hizo esta acción completamente a escondidas y ella solo se dio cuenta cuando el brocacochi llegó a la casa con un iPhone 4 y un iPad 2. Fue ahí que le preguntó cómo los había conseguido y él le mostró la cicatriz.
Así entonces, en 2011 Wang recibió casi tres millones de pesos por su venta, mientras que los médicos y enfermeros más de treinta. Sin embargo, los irresponsables ni siquiera la pudieron aprovechar como querían porque se fueron a la cana en 2012, para salir más tarde en el 2017. Por otro lado, la familia fue «recompensada» con 127 palitos, pero ni siquiera eso les alcanza para costear los gastos, ya que viven en la provincia más pobre del país asiático y dependen de un seguro social.
Cabe mencionar que el equipo médico a cargo señaló que el cabro estará así por el reto de su vida.