Luego de tres pruebas de ADN que él mismo solicitó y de la demanda de paternidad en la que se vio envuelto, finalmente Álvaro Salas se puso los pantalones y asumió que es taita del chiquillo de 17 años que nació fruto de su relación clandestina con Soledad Rodríguez.
Todo esto, porque según La Cuarta el ex animador acudió a una notaria de Santiago hace algunos días para confirmar la información: “El menor pasará a llamarse M. Salas y tendrá todos los derechos de un hijo legal”, dijo una fuente al diario.
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Y aunque eso fue una buena noticia para su ex y también para su hijo, ella se limitó a entregar declaraciones, pero sí reconoció que deberán enfrentarse de nuevo en tribunales para definir la manutención que le corresponderá recibir M. Salas.