Vito DiPalma es un niño de diez años que vive en Estados Unidos y que tiene fama de ser muy bromista. De hecho, hace algunos días decidió asustar a su peluquero Jude Sannicandro, poniendo una cucaracha de juguete en los pies del hombre. Sin embargo, lo que no sabía, es que una cruel venganza llegaría.
Con el permiso de sus papás, Jude decidió llevar a cabo su broma en una nueva visita del niño ¿Qué hizo? Simuló que le había cortado por completo la oreja, cubriendo la zona con una toalla de papel, para que segundos después comenzara a salir sangre falsa. Finalmente, y para hacerlo aun más cruel, finalizó la venganza dejando caer la oreja de plástico al suelo.
«¿Esa es mi oreja?», preguntó muerto de susto el niño, agregando: «¡No puedo oír nada!». Tras observar la expresión de horror en la cara del chiquillo, el barbero decidió apiadarse y contarle que era una broma a modo de lección.
«¿Recuerdas la broma de la cucaracha?, espero que esto te sirva de lección chiquillo bromista», le dijo.