Ha sido casi un año de angustia y gestiones para evitar un desenlace trágico en la vida de Felipe Osiadacz y Fernando Candia, chilenos que se encuentran en prisión preventiva en Malasia, luego de ser acusados de matar a un hombre. Hecho que incluso, los podría condenar a ser ejecutados en la horca.
En una breve audiencia, ya que el fiscal a cargo no estuvo presente, este martes se llevó a cabo el juicio de nuestros compatriotas que fueron detenidos el 7 de agosto del 2017. Y aunque habrá un nuevo proceso de discusión judicial la otra semana, ya se sabe que Felipe y Fernando podrían enfrentarse a cinco posibles escenarios.
De acuerdo a los cargos que estipula el Código Penal de Malasia y considerando los antecedentes del caso, los chilenos pueden morir ejecutados, pasar años en la cárcel o salir libres:
1 De ser encontrados culpables de asesinato, serían castigados con la pena muerte.
2 Si establecen su culpa respecto de un homicidio culpable -no equivalente a asesinato- en un acto que causó la muerte con la intención de provocarla, la pena máxima puede llegar a 30 años, con una multa o ambos.
3 También se puede establecer como homicidio culpable, si el caso fue, que la muerte se provocó con conocimiento, pero sin intención de provocarla. En ese caso la pena máxima puede llegar a 10 años con multa o ambos.
4 Otra opción que se baraja es el homicidio por negligencia, cuando se comete con imprudencia o negligencia. La pena puede ser por hasta un máximo de 2 años.
5 Un punto importante en todo este caso, es que el sistema de Malasia también reconoce la legítima defensa, la cual libraría de cualquier castigo a los nacionales.
Por otro lado, cabe mencionar que el Código Penal de Malasia también otorga la posibilidad de apelar a la sentencia emanada ante la Corte de Apelaciones y, eventualmente, frente a la Corte Federal.