Paren todo, no le pueden hacer esto a los pequeños y a los adultos con almas de niños, porque si hasta hoy pensábamos que Pikachú estaba inspirado en un ratón, la teoría se nos fue a las paila.
Un diario japonés entrevistó a algunos de los creadores de la criatura y ellos señalaron que para su primera versión se inspiraron en un Daifuku, una bolita amasada dulce tradicional en ese país.
Pero después, les pidieron que fuera algo mucho más tierno y presentaron el diseño de una ardilla, con el fin de provocar cercanía con la gente y que generara ganas de tenerlo como mascota. Mezclando ambas características se llevó a cabo el monito amarillo de largas orejas y mejillas rojas.
«Espero que la gente se sienta mucho más cerca de Pikachu al comprender la historia detrás de su creación», dijo uno de sus diseñadores.