Es cierto, a veces los niños pueden ser molestos: gritan, saltan, corren y no paran de moverse. Pero eso es parte de su niñez y los primeros que deben entenderlo son los adultos. Sin embargo, eso a veces no sucede. Así ocurrió en un restaurante de China, donde una cruel embarazada le hizo una zancadilla a un menor para que se quedara tranquilo.
Todo partió cuando los padres del menor de cuatro años, que además son dueños del restaurant, le pidieron a su hijo que fuera a buscar palillos para comer. El pequeño entró corriendo sin fijarse que golpeó en la cara a la mujer involucrada con una tira de plástico que protegía la puerta.
Tras unos segundos, el niño se dispuso a salir, pero mientras venía corriendo ella no encontró nada mejor que hacerle una zancadilla, haciendo que el menor cayera al suelo, haciéndose daño en la cabeza.
Tras el incidente, la embarazada pidió disculpas, se entregó a la policía y propuso encargarse de los gastos médicos. Las autoridades de ese país la condenaron a diez días de prisión, aunque no cumplirá con cárcel por su estado de gestación. Así mismo, en redes sociales la hicieron pedazo con los comentarios llenos de disgusto por lo que había hecho.