Una familia decidió pasar un momento de relajo en un parque de vida silvestre en Melbourne, Australia, pero en lugar se llevaron una gran sorpresa.
Todo ocurrió cuando el hijo de la pareja intentó acercarse al animal para alimentarlo, siendo alentado por su padre que le decía «camina hacia él».
Pero justo en ese momento un emu pasó muy cerca y asustó al canguro, por lo que reaccionó mal y, en una sorpresiva maniobra, le pegó un puñetazo en la cara al niño.
Pero lejos de preocuparse por su hijo, los padres comienzan a reírse mientras le decían que se referían a que se acercara al emu. «¿Estas bien? ¿te pegó en la cara?», le preguntan al chiquillo, que también comienza a reír mientras se frota un ojo.