Prueba tiene 30 años, conoció a su polola en unas vacaciones en el sur. Fue un amor de verano, pero después se volvió una relación seria cuando él se fue a trabajar cerca de donde vive ella. Los papás de la joven estaban bastante felices con él, pero parece que la suegra era la que estaba más contenta, pero otra razón…
Un día su polola tuvo que ir a Santiago por casi un mes, y su suegro tuvo que salir de viaje justo cuando «Prueba» tenía unos días libres. Así que se quedó solo con la suegra, al principio la mujer solo hacía preguntas típicas de mamá. Pero después de unos días se puso más cariñosa.
Hasta que un día lo fue a «visitar» a la cama durante la madrugada, aunque al principio él no quería nada, al final se metió con la suegra. La mujer le dijo que quería probar lo mismo que está probando su hija.
Ahora viven en la casa que la suegra les dejó, así que la sigue viendo pero ya no pasa nada, aunque después de esa noche la mujer agarró mucha confianza. «Prueba» espera que su pareja nunca sepa lo que pasó…