El pasado 15 de abril, en un hospital de Tokio, se había provocado un misterioso incendio, desconociendo su causa, hasta ahora.
Luego de varios meses investigando, el diario The Asahi Shimbun reveló que un gas intestinal dio origen al siniestro.
Así es, la paciente, una mujer de 30 años, se tiró un peito que se interpuso en el trayecto de un láser que estaba en su cuello uterino.
La chiquilla quedó con graves quemaduras en la cintura y en las piernas.