A varios les ha pasado que se han topado con vecinos ruidosos, pero no solo cuando empiezan a martillar o pasan la aspiradora, también hay vecinos que son ruidosos en su intimidad. Una situación como esta última fue la que vivió Jenna Levine, una estudiante de 19 años.
Jenna se aburrió de escuchar tener sexo a la pareja de la habitación 338, así que decidió escribirles una carta para que fueran más silenciosos.
«Hola vecinos. Por favor tengan sexo un poquito más bajito por favor. Algunos estamos intentando dormir y que no nos recuerden lo solos que estamos. Siéntanse libres de hacer el amor todas las veces que quieran, pero por favor, haganlo sucio a un volumen más bajo. Gracias».
Pero lo que la joven no esperaba, era la insólita respuesta que recibió. A los días después encontró una nota y un extraño objeto, y cuando leyó el mensaje supe que provenía de su ruidosa vecina.
«Querida vecina. Sentimos mucho lo que ha pasado, no me di cuenta de lo ruidosa que estaba siendo. A veces tener sexo ruidoso está bien, pero es a costa tuya y por eso pido perdón. Espero que esto no haya pasado muy a menudo y gracias por tu divertida carta. Intentaré hacerlo sucio a nivel mucho más bajito y no te preocupes, no estarás sola para siempre. La persona correcta vendrá cuando tenga que llegar. Yo estuve soltera 18 años. Lo siento. Habitación 338».
Y el extraño objeto que también recibió era un chocolate, de forma que Jenna lo pudiera disfrutar en esas noches solitarias.
¿Qué piensas de la respuesta de la «ruidosa» vecina?