Cuando él quiso terminar, ella no quería y no le hizo la vida fácil. Con el tiempo, el loco conoció a otra cabra, con la que comenzó a tener una nueva relación.
Todo iba bien hasta que un día llegó la PDI a buscarlo a su casa y se lo llevó precioso, porque habían presentado una denuncia de abuso sexual contra su propia hija.
Estuvo preso siete días, pero lo soltaron por falta de pruebas. Actualmente la mamá de su hija le sigue haciendo la vida imposible y él aún no puede acercarse a la menor.