El flaco era seco robando maletas, junto a un grupo de cabros menores de edad. Cuando los pillaron cayó solito a cumplir la condena de 5 años y un día.
Adentro de la cárcel, lo agarró el jefe de un lote de monos malos, quien lo violó reiteradamente y comenzó a usarlo de nana.
Estaba pa todos sus mandados, a cambio de protección. Incluso llegó a vestirse de mujer. Y extrañamente le tomó cariño, a tal punto que incluso ya libre, siente que lo quiere y extraña.