El cabro se puso a pololear con una mina de lujo, no le trabajaba a nadie, pero tenía el manso depa, cosas de lujos y todo lo que significa la buena vida.
Ella le dijo que tenía una empresa y un socio, él se la creyó y después se enteró que la loca se metía con uno y con otro pa que se pusieran con los lujos.