Porque si algo nos gusta celebrar en Chile son los dias de la comida, hoy nos toca festejar junto a un mítico sándwich mezcla de queso y carne.
Es el popular Barros Luco, el sándwich nombrado por el Presidente, que ya se ha convertido en un deleite de la cocina criolla y que por su sabrosura, vale la pena celebrar como corresponde.
Y es que aunque parezca simple, la mezcla del queso y la carne es lo que muchos celebran, dando paso a las improvisaciones como el tipo de carne, el tipo de queso, o los condimentos.
Y asi también hay clásicos locales de la promoción de esta exquisitez, como la mítica ConfiterÍa Torres en Santiago. ¿Quiere sobre de otros clásicos locales donde comerse un buen Barros Luco? Ponga ojo a los siguientes datos:
1.- La fuente alemana: con su mayonesa casers, cortes de lomito de primer nivel y pan recién hecho, este mítico local figura dentro de los mejores para comerse un Barros Luco contundente y arrollador. Ubicado en Libertador Bernardo O´Higgins 58, Santiago.
2.- Lomit’s: En pleno corazón de Providencia, este local mantiene la tradición alemana de encantar a través del paladar y el Barros Luco está dentro de las exquisiteces premium. Ubicado en: Avenida Providencia 1980, Providencia.
3.- La Marraquette: Porque la marraqueta es nuestra propia exquisitez nacional, imagínese un Barros Luco en marraqueta calientita y crujiente. Eso es lo que ofrece esta local: los mejores sandwiches, en pan marraqueta. Ubicado en Bucarest 33, Providencia.
4.- El Kika: Este local es dueño de una atmósfera inigualable y grandes sándwiches, listos para satisfacer hasta al más exigente. Ubicado en Diego de Velásquez 2109 (entre metro Los Leones y Pedro de Valdivia) y Hernando de Aguirre 47 (al lado del metro Tobalaba).
5.- La Fuente Mardoqueo: Una fuente que partió en el centro de Santiago, y su éxito le llevó pronto a ser conocida. Destaca que sus sándwiches vienen en dos versiones: grande y chico. Y el chico no tiene nada de chico. Ubicado en Libertad 551 (entre Santo Domingo y Catedral) y Av. Fco. Bilbao 2639 (entre Luis Thayer Ojeda y Hernando de Aguirre).
