Todavía queda verano para rato y aunque enero ya se nos fue, gran parte de los veraneantes eligen febrero para salir a pegarse un descanso. Pero cada vez que nosotros nos vamos, hay un integrante de la familia que queda en duda: nuestra mascota.
La pregunta que nace es: ¿lo llevamos o lo dejamos en la casa? Porque el viaje puede ser largo, o corto, pero de todas formas dejar a la mascota sola y sin supervisión no es la mejor idea.
Por eso en la radio regalona recogimos una serie de consejos y tips para que, ya sea que se lo lleve o lo deje en la casa, el regalón no sufra:
Si se lo lleva:
- Llévelo en una jaula de material firme, piso absorbente, y donde la mascota pueda pararse y darse vueltas. La altura debe ser de 15 centímetros entre su cuello y el techo de la jaula. Para viajar en avión, las jaulas deben ser de 61 cm de alto x 64 de ancho y 94 de largo como máximo.
- Póngale un bebedero en la rejilla de la jaula para que se hidrate.
- Lleve consigo el carnet de vacunas, que debe estar al día.
- Si es un viaje largo, y es en bus o avión, donde no puedas estar vigilándolo, dale un sedante en gotas que no sea muy fuerte. Por supuesto esto debes consultárselo a tu veterinario, al que debes ir antes de salir de viaje, para que le dé el visto bueno a la mascota para que se vaya de veraneo.
- Si viajas en avión, infórmate bien qué razas de perros y gatos pueden viajar. Hay aerolíneas que no permiten que las razas que tienen la nariz chata, como pugs, boxers o bull dogs puedan viajar, porque tienen problemas respiratorios. Además infórmate de si el lugar al que viajas, acepta la entrada de animales, y si al ingresar necesitan un bozal o algo en particular.
- Si viajas en auto, debes comprar un arnés especial para llevar inmovilizada en tu mascota. Sino, te arriesgas a una multa. Recuerda que los buses no llevan mascotas.
Si lo dejas:
- Pídele a un vecino de confianza que vaya a ver a tu mascota, y que aproveche de darse unas vueltas por la casa, encienda y apague luces para dar la impresión de que hay alguien en la casa y así espantar a delincuentes. De todas maneras, si cuentas con un espacio grande como un patio o jardín, puedes dejarla amarrada si es muy inquieta, o suelta si se porta bien, con abundante agua y alimento para los días que no estarás. Demás está decir que lo dejes amarrado en lugares estratégicos donde no haya sol, y que su comida y agua tampoco queden al aire libre, sino bajo techo.