Si se reeditara un “Manual de Carreño” actualizado, seguro incluiría tips al respecto. La popularización de los teléfonos inteligentes y permanentemente conectados ha planteado un nuevo problema social: cuándo es correcto estar constantemente pendiente del teléfono, y cuando no.
Esta actitud de constante atención al teléfono por sobre el interlocutor ha sido bautizada como “Phubbing”, no distingue edad ni género y se le ha llamado incluso “el fin de la civilización”. En Chile, el 52% de los teléfonos que se venden son smartphones, y somos el tercer país de Latinoamérica en penetración de este tipo de teléfonos, llegando a un 19% de la población. Y el problema seguirá creciendo.
Es por eso que han surgido diversos movimientos para controlar el uso indiscriminado de estos teléfonos. Por ejemplo, cuando un grupo de personas almuerza o cena, todos deben dejar su teléfono fuera de la mesa. Si la comida es en un restaurant, el primero en tomar el celular mientras comen, deberá pagar la cuenta.
El australiano Alex Haigh fue más allá. Con sólo 23 años, decidió iniciar un movimiento anti-phubbing, lo que le ha valido titulares en diversos diarios del mundo. A través de www.stopphubbing.com y la página de Facebook Stop Phubbing, Alex busca crear conciencia entre los “phubbers” de lo desagradable que puede ser su obsesión, además de motivar a los “anti-phubbing” a actuar, con cifras como que el 97% de las personas víctimas de “phubbing” encuentran que su comida tiene peor sabor, o que el 87% de los jóvenes prefiere textearse que hablar cara a cara. En su sitio se puede encontrar una plantilla de e-mailing, afiches para restauranes e incluso tarjetas para evitar que los asistentes a una boda se pierdan la ceremonia por estar actualizando su estatus.
Y tú, ¿”phubber”, o “anti-phubbing”?
Video YouTube https://www.youtube.com/watch?v=MRCqnm0WOgg